Reportero
Gabriel López G.
Antes de iniciar nuestro recorrido, tuvimos una conferencia de prensa en donde varios medios de comunicación locales pudieron conocer más de cerca la aventura del Toyota Hybrid Experience y su paso por el Perú.
Uno de los invitados especiales fue Jorge Nicolini, un verdadero conocedor de autos. Dueño del Museo del Automóvil, la mejor colección privada de autos en Perú, y poseedor de un Toyota Prius C — su auto de uso cotidiano — con más de 150,000 kilómetros bajo el capó.
Arrancamos entusiasmados por escaparnos del tedioso tránsito de Lima. Lo primero que nos sorprendió fue el confort de la marcha y el silencio de la cabina. Tanto el Prius como el Prius C ofrecen las modalidades de conducción Eco y EV, ideales para situaciones de mucho tráfico.
Atravesamos calles pintorescas muy estrechas y nos sacamos fotos con nuestros autos en la Plaza de Armas de La Punta y en un puerto industrial frente al mar.
Salimos de Lima por una ruta parte asfaltada-parte de tierra en dirección a Pachacamac, distrito de Lima. Después de una breve pausa continuamos hacia la Costa Verde donde, en un circuito con zonas especiales para probar la suspensión, los frenos y la estabilidad, pudimos verificar el comportamiento de los Prius en un ambiente controlado y seguro. Asimismo, contamos con la presencia de clientes y clientes potenciales, que tuvieron la oportunidad de vivir la experiencia de manejar un auto híbrido.
Antes de salir hacia Colán, en la mañana temprano tuvimos una breve reunión con el concesionario local de Piura.
Una autopista de asfalto y algunos kilómetros por un camino de tierra formaron parte de esta etapa. Elegimos el modo de conducción Power a fin de probar a fondo el desempeño de estos híbridos y ver si eran capaces de adelantar a otros vehículos de manera segura. Está de más decir que su desempeño fue excelente.
Una vez en Colán se nos acercaron algunas personas interesadas en ver los Prius, lo que nos ofreció una buena oportunidad para hablar de las ventajas de la tecnología híbrida.
Retornamos hacia el mall Real Plaza, pudimos compartir con la gente y algunos se animaron a probar el auto.
De Tacna a Punta de Coles
Este día visitamos Tacna, una ciudad del sur del país, famosa por su catedral. Aquí nos tocó cargar combustible. Como estos híbridos no requieren ninguna estación de servicio especial, nos detuvimos en la primera gasolinera que encontramos. Fue allí cuando decidimos medir exactamente cuánto consumía nuestro Prius C.
El punto final del recorrido elegido para la prueba fue Punta de Coles, una playa paradisíaca y solitaria con una vista inigualable al borde de un risco.
Se recorrieron 150 kilómetros y el consumo fue de tan sólo 1.5 galones. ¡Sin lugar a dudas, los híbridos son cómodos, seguros, silenciosos y muy ahorrativos!
De Trujillo al Complejo
Arqueológico El Brujo
En Trujillo hicimos una presentación de los Prius a los medios locales, un momento ideal para hablar del Toyota Hybrid Experience y compartir con ellos las excelentes cualidades de los híbridos. Felizmente conseguimos resolver muchas dudas y mitos acerca de estos vehículos. La pregunta más común fue: ¿cómo se cargan? A lo que respondimos que el sistema eléctrico de los híbridos se carga solo, es decir, al frenar o al conducir a velocidades constantes. Otra pregunta que nos hicieron con frecuencia fue: ¿el mantenimiento es más caro que el de un auto normal? Nuestra respuesta fue que son más económicos o, a lo sumo, que no hay ninguna diferencia.
Al salir de Trujillo nos encontramos con algunas calles en reparación llenas de baches y otros tipos de irregularidades. Los autos se comportaron de maravilla. La suspensión es suficientemente cómoda para caminos en mal estado y la cabina, en especial la del Prius sedán, está muy bien aislada y da la sensación de estar a bordo de un auto de súper lujo.
Avanzando a la orilla del mar llegamos hasta el Complejo Arqueológico El Brujo, donde pudimos profundizar nuestros conocimientos sobre la historia de este país.
Pinturas, piezas arqueológicas perfectamente conservadas y el cuerpo momificado de una importante mujer de la cultura moche, la Señora de Cao, que data de unos 2,500 años, nos dejaron boquiabiertos.
En la ruta de regreso nos encontramos con algunos caminos de arena y aprovechamos para divertirnos un poco. ¿Quién dijo que un Prius no puede ser divertido de conducir?
Al siguiente día, visitamos el Complejo Arqueológico de Chan Chan, conocimos mucho sobre esta cultura, así como sus costumbres y tradiciones. Regresando de Chan Chan fuimos a Huanchaco, balneario muy concurrido, y también pudimos probar los Prius en condiciones un poco difíciles.
Arequipa
Los últimos dos días los pasamos en Arequipa, la segunda ciudad del país, donde condujimos por sus antiguas calles hasta el mirador y la Iglesia de la Compañía.
También visitamos las Canteras del Sillar, en las afueras de la ciudad. El camino de tierra para llegar hasta allí fue un reto demasiado fácil para nuestros Prius.
En la tarde visitamos al concesionario local que había organizado una prueba de manejo para personas interesadas en conocer a fondo la tecnología de los híbridos. Allí pudimos contarles a los presentes que estos autos son más económicos y amigables con el medio ambiente que los autos normales.
Al día siguiente nos dirigimos a la playa Los Médanos, en Mejía. Dejamos la ciudad por una carretera llena de curvas y pendientes en la que pudimos comprobar la estabilidad y buen desempeño del Prius. Es bueno hacer notar que para descender usamos el modo B de la caja de cambios, lo que nos permite usar el motor como freno y cargar las baterías a la vez.
Nuestra aventura finalizó con el regreso a Arequipa, visitando el centro histórico de noche, donde la intensidad del tránsito y las estrechas calles nos hicieron valorar aún más la eficiencia del modo EV (100% eléctrico).
Después de recorrer más de 1,000 kilómetros por todo Perú al mando de dos Toyota Prius, podemos afirmar que los autos híbridos demostraron estar listos para este país. Con su alta eficiencia y menos emisiones de gases contaminantes, nos hacen pensar en un futuro más verde para todos.